La buganvilla es una planta de hoja perenne que tiene sus orígenes en Brasil y que es un tipo de arbusto enredadera trepadora que puede incluso llegar a alcanzar los diez metros. La buganvilla tiene un tallo leñoso con espinas y unas hojas alargadas. Esta planta es realmente popular en jardines y en todo tipo de parques pues se utiliza con unos fines claramente ornamentales por su floración, en colores muy vivos, que pueden verse en primavera y también en otoño.
La buganvilla es una planta que no necesita excesivo riego y puede soportar el frío, pero si se dan heladas muy fuertes puede llegar a secarse. A pesar de ello puede rebrotar, pero lo mejor será protegerla del frío y colocar algo de hierba seca en su base.
Las dos especies más conocidas de buganvillas son la glabra y la spectabilis, que dan flores de tonos rosados,, blancas, naranjas, rojos etc. La buganvilla es una planta que resulta apta para cultivarse en macetas en terrazas, alrededor de casas, en jardines e incluso en patios, ya que se utiliza mucho como elemento ornamental y en muchos casos se busca para que se enganche en algún lugar a modo de enredadera.
Puede utilizarse para cubrir vallas, terrazas, pérgolas o diferentes paredes pero también se puede plantar en una maceta a modo de arbusto redondeado. La buganvilla también será interesante para crear un bonito seto que incluya flores e incluso se puede intentar crear un bonsái con una de ellas. En su cultivo en maceta, si se establece bien, se desarrollará rápidamente invadiendo a todas las plantas vecinas. Para conseguir cultivarla bien, se multiplicará por esquejes de madera realmente dura, que se pondrán en una mezcla de turba y de arena, en cualquier época del año.
Se trata de una planta que, si se cultiva en maceta dentro de casa deberá colocarse en algún lugar que cuente con mucha luz pues de lo contrario perderá las hojas y no florecerá. En el jardín debe ubicarse siempre al sol, donde reciba la mayor luz posible. En cuanto al riego, en verano deberá regarse dos o tres veces por semana si está en maceta mientras que en invierno bastará con hacerlo cuando la tierra se vea seca.
La buganvilla es una planta enredadera que destaca por su gran número de flores coloridas y bonitas. En los climas cálidos puede durar todo el año, incluso en invierno, y aunque tolera bastante bien el frío y si se hiela suele rebrotar, lo mejor será protegerla de las heladas si se quiere mantener su buen aspecto por más tiempo.
Si está en una maceta en invierno sólo bastará con regarla cuando la tierra se vea seca mientras que si la tienes plantada en un jardín o en otro lugar similar ni siquiera hará falta regarla en invierno puesto que con el agua de la lluvia tendrá más que suficiente (por supuesto si no llueve nada si habrá que regarla). En cuanto a la poda, si te encuentras en un clima cálido, ésta si deberá de hacerse en invierno, intentando limitar su tamaño mientras a la vez se estimula que se desarrolle de forma compacta y frondosa para la primavera, cuando llegará la floración. Si se trata de una planta que está ubicada en una maceta bastará con cortarla en forma de bola, retirando un tercio de sus ramas en invierno, una vez cada año.
Para cuidar una buganvilla desde la primavera, primero deberás decidir si vas a cultivarla en una maceta o en el suelo. Si vives en una zona cálida puedes elegir cultivarla en el jardín pero de lo contrario será mejor que elijas una maceta para hacerlo. Busca un lugar soleado para tu planta y elige una tierra de calidad y que además drene bien.
Planta la buganvilla y si quieres que se enganche a alguna pared o zona en especial asegúrate de acercarla a ella. En cuanto a sus cuidados, riégala con moderación y no te olvides de fertilizarla al inicio de esta estación para que su crecimiento se ponga en marcha de forma efectiva. En primavera y verano sácala al sol cuidando de que no le falte agua y no se seque, pero no olvides volver a meterla en casa o a resguardarla en invierno, o al menos protégela de las heladas lo mejor que puedas si quieres seguir contando con una planta bonita y saludable por mucho más tiempo.
Poda de las buganvillas
La poda de estas plantas se puede hacer en dos épocas distintas del año. Si vives en un lugar cálido lo más interesante será que la podes en invierno mientras que si vives en un lugar frío mejor hazlo en primavera. Para hacerlo se cortan los brotes laterales dejando siempre algunos centímetros sobre el tallo. Si la planta está hecha un lío quita los tallos más viejos y por supuesto no podes los que tengan que seguir creciendo si es lo que quieres.
En verano despunta a los vástagos que queden una vez que las flores se hayan marchitado. Para lograrlo córtalos hasta un lateral en el que no quede flor. Además, si vas a adquirir una buganvilla de maceta de las de forma de bola bastará con que recortes un tercio de esta una vez al año y lo mejor será hacerlo en invierno.
Floración de las buganvillas
Estas plantas son unas trepadoras especialmente conocidas porque sus floraciones son espectaculares. Normalmente en climas que no suelen ser helados puede florecer hasta en invierno. Las especies más comunes son la glabra y la spectabilis y de todas ellas surgen flores espectaculares en multitud de tonos rosas, amarillos, naranjas, blancos y rojos. Si se tienen en un lugar que hace frío lo mejor es resguardarlas en invierno o cubrirlas con un plástico y sacarlas en primavera.
Reproducción de las buganvillas
En cuanto a la reproducción de esta planta, cabe reseñar que ésta se realiza mediante esquejes. La primera manera es con los de madera dura, que se pueden seleccionar en cualquier época del año y la técnica que se utilizará consistirá en mezclarlos con arena y turba. En invierno además se necesitará calor de fondo.
La otra forma es con los de madera blanda o verdes, que se tomarán al final del verano y es la mejor manera para algunos cultivos que no se pueden enraizar de ninguna otra forma. Con esta técnica es necesario mantener la humedad ambiental en óptimas condiciones.