Elegantes y de fácil mantenimiento, las violetas florecen abundantemente durante casi todo el año. Además ya no son aquellas pequeñas plantas azules de nuestras abuelas, sino que se han modernizado. Actualmente podemos encontrarlas en colores rosa, crema, blanco e incluso en peculiares composiciones de dos tonos, con flecos, con bordes de colores, etc. Tanto es así que existen casi 30.000 variedades de violetas.
En las siguientes líneas veremos los cuidados básicos para este tipo de plantas y os daremos consejos para que éstas crezcan a la perfección en nuestras terrazas o balcones.
Cuidados y mantenimiento de las violetas
Una de las preguntas que surgen con mayor frecuencia cuando se habla del cultivo de las violetas es: “¿por qué mis violetas no florecen?" Para responder a esta pregunta hay que analizar todas las necesidades que estas plantas tienen y las atenciones básicas que necesitan.
La luz que las violetas necesitan es una de las primeras cosas a considerar, ya que es la principal causa de que éstas no crezcan. Una buena iluminación es esencial para tener una buena floración. Lo ideal es colocar las violetas en una ventana orientada hacia el este o hacia el oeste. No te olvides de rotar la maceta 1/4 de vuelta cada semana para mantener la simetría de la planta.
Como ocurre con la gran mayoría de las plantas, un riego defectuoso acaba marchitándolas. El riego de las violetas debe ser regular pero nunca exagerado. Una buena idea aproximada es dejar que el mantillo de nuestras plantas se quede ligeramente seco, más ligero y más pálido. Cuidado con no mojar su follaje, porque podría marchitarlo.
Idealmente debemos fertilizar las violetas con cada riego a un ritmo de 1/4 de cucharadita de té por cada litro de agua. La mejor opción es un fertilizante equilibrado estilo 20-20-20 o 14-12-14.
Las violetas necesitan de un suelo ligero y poroso. El que podemos encontrar en las tiendas por lo general necesita ser mejorado mediante la adición de una cantidad igual de perlita y/o vermiculita. No presiones la tierra en la maceta, solo llénala vertiéndola sobre ella. Y ya que hablamos de macetas, aclarar que el tamaño de ésta debe ser 1/3 del diámetro de la planta. Por ejemplo, si el diámetro de tus violetas es 30 cm, la maceta tendrá que tener 10cm.
Las violetas en la cocina
Durante mucho tiempo olvidadas, las flores comestibles han vuelto a entrar en la cocina y existe una nueva tendencia con platos acompañados con ellas. Nuevos colores, nuevas texturas y nuevos sabores llegan a nuestros platos de la mano de, entre otras, las violetas.
Éstas son flores muy aromáticas y perfumadas y pueden añadirse en ensaladas de frutas y cristalizadas en azúcar pueden acompañar postres. Sus hojas son ricas en mucílago, y pueden comerse crudas en ensaladas o cocidas en sopas o salsas. Éstas también pueden añadirse a rellenos de aves, pasteles de carne o acompañar a verduras variadas.