Las begonias son una de las plantas con más presencia a lo largo y ancho del mundo. Cuenta con un gran número de variedades diferentes pudiendo distinguirse entre ellas hasta 1500 diferentes entre las originarias de diferentes zonas tropicales y subtropicales y las variedades creadas por los humanos. Las begonias son un planta que se adapta a diferentes climas, zonas y lugares de forma sencilla por lo que resultará apta y una opción muy interesante para interior o exterior.
Como plantas que se adaptan a un gran número de espacios diferentes, suelen necesitar de un lugar muy luminoso, aunque el sol no debe de ser excesivamente intenso, pero esto variará según la especie de la que se trate. La luz filtrada, por ejemplo, será probablemente la más adecuada y el situar las begonias en un ambiente húmedo y bien ventilado será una gran opción.
Hay que mantener a las begonias normalmente lejos de las corrientes de aire y sus hojas no se deben mojar puesto que podrían salirles manchas e incluso llegar pudrirse. La mejor forma de regar las begonias será hacerlo desde la base de la maceta, utilizando un cuenco o un plato que puede retirarse después. El agua con la que se van a regar siempre será mejor que esté a temperatura ambiente y libre de cal. En cuanto al abono, lo mejor será hacerlo en primavera y verano cada quince días y se debe de lograr que el agua no estanque en la maceta pero que tampoco se quede nunca seca del todo si se quiere garantizar la buena salud de las begonias.
A la hora de cuidar a las begonias de exterior, será especialmente interesante elegir con cuidado el lugar para plantarlas, que cuente con algo de sombra pero que también tengan luz y por supuesto, plántalas en tierra fértil. Deberías intentar plantarlas en lugares en los que no suela hacer mucho aire o no exista excesiva corriente pues de lo contrario no crecerán nada. También deberás regar las begonias de exterior sin empapar la tierra del todo y echarles fertilizante. Limpia tus plantas eliminándoles las hojas muertas y no te olvides de podarlas aproximadamente cada cuatro meses para que puedan regenerarse.
Para las begonias de interior será interesante elegir una buena tierra de siembra interior para que éstas puedan crecer sin problemas. A partir de aquí, deberás ubicar las begonias de interior donde éstas realmente reciban una luz que sea brillante y consigue mantenerlas a una temperatura templada. A la hora de regarlas, recuerda hacerlo con verdadero cuidado hasta que su superficie esté húmeda.
No dejes que se empapen pues no es bueno aplicarles excesiva agua, aunque tampoco lo será el regarlas con demasiado poca. También vas a tener que fertilizar tus plantas al menos una vez al mes si quieres que estas crezcan sanas y deberás arreglarlas de forma regular, quitándoles flores muertas y podándolas cada cierto tiempo.
El cultivar begonias de flor también es una gran opción pues dentro de este tipo de planta se encuentran las más llamativas y bonitas, a la vez que muy curiosas plantas de este tipo. Dentro de las begonias de flor se encuentran las begonias de lorena, elatior, semperflorens y tuberosas. Las primeras podrás adquirirlas en otoño y tienen que permanecer en habitaciones claras con una temperatura de unos dieciocho grados.
Las elatior son unas plantas que tienen unos tonos muy vivos y que suelen ser las que más agradan a los cultivadores, floreciendo en blanco, en amarillo, en rojo y en rosa. Cuando sacan las flores es en invierno y también en otoño. Mientras que las begonias semperflorens son muy distintas al resto de begonias porque florecen a pesar de que las condiciones del clima sean adversas y son aptas para soportar el sol y crecer al aire libre.