Cuidados del Kalanchoe

Cuidados del Kalanchoe

El Kalanchoe es una planta que tiene unas hojas realmente carnosas que le sirven como reserva para conservar el agua por lo que resulta muy resistente a la sequía. Estas plantas florecen en primavera y suelen estar presentes en las floristerías durante todo el año puesto que les alteran las horas de cultivo para poder obtener sus bonitas flores. Existen diferentes variedades, sin flores y con flores en tonos rosados, amarillos, blancos o naranjas. Se trata de una planta sencilla de cultivar y que es muy popular por sus bonitos tonos.

¿Cómo cultivar Kalanchoe?

A la hora de cultivar Kalanchoe deberás tener en cuenta el colocar esta planta en lugares que estén muy bien iluminados, incluso estará bien que pueda darle el sol de forma directa. Sus hojas adquirirán tonos cobrizos pero no importa puesto que si no tiene luz puede incluso dejar de florecer. Es una planta crasa y esto quiere decir que no tiene que ser regada muchas veces porque conserva el agua. Es por ello que el sustrato debería de secarse de forma parcial durante los riegos.

Si vas a cultivar Kalanchoe en un lugar mediterráneo y seco, donde no existen heladas, podrás plantarlo en el exterior, con luz pero sin excesivo sol directo y una vez después de la floración la podrás trasplantar y ponerla en otras zonas, teniendo en cuenta que cada primavera debería volver a florecer. Muchos Kalanchoes crecen bien en exterior junto a alguna fachada que cuente con alféizar. 

Tratamientos en verano y en invierno

A pesar de que se trata de una planta que no requiere excesivos cuidados puesto que conserva el agua, cabe reseñar que debe estar iluminada el mayor número de horas posibles, aunque sea en interior, donde soportará bien los ambientes secos. En invierno, lo ideal será mantenerla entre unos quince o dieciocho grados, teniendo mucho cuidado con las temperaturas bajas y las heladas, porque podría morir.

En verano hay que regarla de forma más abundante y en invierno menos pues como hemos dicho conserva el agua. Durante la temporada fría debe "dejarse tranquila" y regarse de forma esporádica, cuando la tierra se note bastante seca. Las hojas no necesitan ser mojadas. En cuanto al abono, esta planta deberá recibirlo cada quince días, desde abril hasta septiembre y su multiplicación se debe de hacer en primavera, con temperaturas medias, justo después de la floración y mediante esquejes.

Plantar Kalanchoe Daigremontiana

El Kalanchoe Daigremontiana o espinazo del diablo es una de las subespecies de esta planta que viene de Madagascar y presenta unas hojas carnosas que muchas veces son triangulares y con algunas manchas y unos márgenes en los que se pueden apreciar nuevas plantas, que si se extirpan podrán ser trasplantadas. Las flores de esta planta se conforman en una especie de mazorcas y suelen ser de tonos grises y moradas rojizas, floreciendo normalmente en invierno pudiendo alcanzar incluso el metro cincuenta de alto.

Cultivar el kalanchoe Thyrsiflora

El Kalanchoe Thyrsiflora es una planta que viene de Sudáfrica y cuenta con unas hojas en tonos verdes y con los bordes rosas que en primavera presenta un gran número de esa especie de mazorcas, éstas conformadas por flores de color amarillo que desprenden mucho perfume. Estas plantas no demandan excesivos cuidados y suelen funcionar mejor al aire libre. Crea una especie de roseta con un recubrimiento blanquecino, pero lo realmente bonito son sus llamativas flores, siempre presentes en las floristerías. Dentro de esta especie se pueden distinguir diferentes ejemplares: algunos con las hojas de tamaño más grande y otros de tamaño más pequeño, algunas en colores verde o amarillento y otras en tonos crema, unas muy bonitas en verde grisáceo y con unos márgenes en tonos rojos más o menos fuertes.