Cuidados de la planta de iris

Cuidados de la planta de iris

Las flores de la planta iris son a la vez hermosas y elegantes. Igualmente es una planta fácil de cultivar, como veremos en las siguientes líneas, con el mantenimiento correcto y los pequeños gestos que mantendrán nuestras iris hermosas en flor de año en año.

La planta de iris es muy resistente, tanto que tolera incluso los inviernos más crudos. De hecho el frío colabora en un desarrollo adecuado de la planta.

Sus flores se caracterizan por sus tres hermosos pétalos de los más variados colores. El color más presente es el púrpura, aunque también podemos encontrarlas en azul, amarillo, rojo o blanco.

Plantación de la planta de iris

Lo ideal es que la planta de iris se cultive en primavera o en verano. Por lo general se suelen plantar de mayo a noviembre, para tener una floración estupenda el verano siguiente.

Planta los rizomas de la planta en un suelo bien aireado sin enterrarlas demasiado. Mantén muy poca separación entre ellas. Con 5-10 cm entre cada planta será más que suficiente. Al no enterrar demasiado sus rizomas, éstos reciben los rayos del sol en su parte superior, lo que les ayuda a enraizarse. Y es que si algo afecta al crecimiento de las jóvenes plantas de iris es la falta de luz solar.

Si la plantación se produce de una planta en maceta, ésta puedes realizarla en los meses de septiembre-octubre. Puedes dejarlas en el exterior, siempre al abrigo durante todo el invierno. La floración se producirá a los dos o tres años tras la plantación.

Mantenimiento de la planta de iris

El mantenimiento de esta planta puede reducirse al mínimo, ya que es una flor que requiere de muy pocos cuidados.

Quita las flores marchitas a medidas que éstas aparezcan, pero deja el follaje hasta que este amarillee, por lo general sobre septiembre. Y es que la planta de iris necesita que las plantas se amarilleen para formar reservas para la siguiente próxima floración.

Elimina las malas hierbas que crecen en el centro de la planta para liberar los rizomas. No son necesarios riegos, ya que esta planta necesita de muy poco agua.

El tiempo de vida de una planta de iris puede ser de 5 a 20 años. Para maximizar su vida, apórtale fertilizante orgánico para plantas bulbosas anualmente, especialmente después de la floración.