Cuidados de los girasoles

Cuidados de los girasoles

Los girasoles (Helianthus annuus) son plantas que nos ofrecen una hermosa e innovadora floración.

Originarios de América, el girasol se cultiva como una planta anual, aunque algunas especies sean perennes. Éstos pertenecen a la familia de las Asteraceae. De ésta, los Helianthus no son solo los más conocidos, sino que son también los más grandes, con un tamaño que puede alcanzar hasta 3 m de altura.

Independientemente de la especie, prácticamente todos los girasoles tienen ese color amarillo tan característica que recuerda al sol. Los girasoles tienen además la ventaja de ser melíferos, participando en la polinización y, por tanto, en el ecosistema .

Plantación de los girasoles

Éstos pueden ser perennes o anuales, y dependiendo del tipo que sea, su plantación será una u otra.

Si la especie de girasol que plantemos es perenne, la siembra la realizarnos en primavera y su multiplicación se realizará en otoño. Debemos mantener una distancia razonable (entre 30/40 cm) entre cada planta.

Si la especie es anual dependerá del tipo de cultivo que hagamos. Si es en semillas, realizaremos su plantación en primavera directamente en la tierra. Ésta se llevará a cabo en un hoyo, en el que colocaremos diferentes semillas.

Si adquieres los girasoles ya plantados en macera, su trasplante a la tierra la realizaremos entre los meses de abril/junio.

Cuidados de los girasoles

El cultivo de los girasoles es muy sencillo y sus cuidados son casi nulos. Su floración es muy agradecida a las atenciones que le prestemos. Uno de los cuidados que más presentes hay que tener es el de quitar las flores marchitas que aparezcan de una manera inmediata.

Estas plantas crecen de una manera tan rápida que son ideales para plantar en macizos, contra un muro bien expuesto al sol e incluso para plantar en macetas, siempre optando por las especies más pequeñas.

Pero su crecimiento rápido genera también la creación de malas hierbas, y con éstas debemos tener mucho cuidado ya que son perjudiciales pudiendo romper los ciclos de las plantas. La mejor manera de eliminarlos es con una azada, de la manera tradicional, o con productos químicos. Aunque en este último caso, cuidado que sean apropiados para girasoles, no vayan a dañar las semillas.

No es necesario un riego frecuente, al contrario de lo que ocurre con las flores en general. Riegos demasiado frecuentes acabarían por matar a los girasoles. Lo ideal es que los riegues 20 días antes y después de la aparición de las flores. Y si en ese momento hay o ha habido lluvias , desiste. Ya tienen suficiente agua.

Un suelo demasiado húmedo puede hacer que éste no aguante el peso de los girasoles y que éstos acaben por caer. Si plantas muchos girasoles juntos, este problema lo evitarás.