Tras revisar con cuidado los diferentes tipos de flores que existen nuestros expertos te los exponen a continuación. Sigue leyendo para conocer una cuidada clasificación de las flores y las características básicas que deberías tener en cuenta si quieres aprender a distinguirlas de forma eficiente como los profesionales.
A grandes rasgos debes saber primero que nada que las clasificaciones más grandes que se hacen en las plantas son entre gimnospermas y angiospermas. Las gimnospermas son las plantas más primitivas y antiguas que existen. Se trata de plantas al uso que no llegarán a producir flores en ninguna etapa de su vida por muchos años que puedan llegar a vivir.
Por otro lado encontramos las angiospermas entre los diferentes tipos de flores. Se trata de unas plantas que, aunque al principio no tienen flores, las desarrollan al llegar a su edad o etapa adulta. En este caso las flores son usadas como forma de reproducción y de polinización. Como los insectos y otro tipo de vida animal bebe del néctar de las flores y se van a otras (o también los pájaros) fecundan a la planta y se reproducen ampliando su área poco a poco y creciendo de forma natural.
Entre las angiospermas hay hasta 400000 flores diferentes. A su vez, las angiospermas se dividen también en dos grandes grupos que son las monocotiledóneas y las dicotiledóneas, como veremos a continuación. Los cotiledones son unas cápsulas dónde crecen y se desarrollan las semillas y tienen alimento suficiente para que los embriones de las plantas puedan crecer y desarrollarse de forma eficiente. Así, una vez que la semilla haya crecido enviará uno, o bien dos cotiledones, según si se trata de una planta monocotiledónea o dicotiledónea a sus hojas.
Dentro de las plantas angiospermas encontramos las monocotiledóneas. Las plantas monocotiledóneas son aquellas que tienen únicamente un cotiledón y siempre tienen flores con pétalos que son múltiplo de tres.
Las monocotiledóneas son una cuarta parte de todas las plantas monocotiledóneas que existen en el mundo. Las monocotiledóneas se diferencian de las dicotiledóneas en que sus venas son paralelas y empiezan por norma general en la base de las hojas. Asimismo, las hojas de estas plantas también suelen terminar en la punta sin ramificaciones. Cabe reseñar que las plantas monocotiledóneas pueden llegar a tener hasta millones de raíces fibrosas diferentes totalmente individuales sin necesidad de que exista una raíz principal en el centro. Las hojas de estas flores son muy parecidas porque sus venas no se suelen ramificar desde la vena central sino que las venas van recorriendo diferentes paralelos diferentes. Además, algunos ejemplos de flores monocotiledóneas que existen son las orquídeas, los lirios, los tulipanes, el narciso, el azafrán y la campanilla.
Por otro lado tenemos las plantas dicotiledóneas. Las dicotiledóneas, como su propio nombre dice, son plantas que tienen dos cotiledones y sus flores tienen pétalos siempre con un número múltiplo de cuatro o de cinco.
Además cabe reseñar que para clasificar las plantas en monocotiledóneas o dicotiledóneas se debe tener en cuenta que algunos pétalos es muy posible que estén unidos a las hojas, a ellos mismos o a algunas partes de la planta con lo que su diferenciación será muy confusa.
Por otro lado, las venas de las dicotiledóneas empiezan siempre en la parte inferior y van ramificándose en una red completa y ordenada por la superficie de la hoja. Cuando se consigue identificar un tipo de planta de forma más sencilla es cuando esta se encuentra creciendo porque cuando salen fuera de la tierra es cuando resulta más sencillo ver las plantas que tienen una hoja y diferenciarlas de las que tienen dos hojas.
Las plantas dicotiledóneas tienen siempre una raíz principal, que es por la que salen todas sus raíces pequeñas y se van ramificando cada vez en ramas y hojas más pequeñas. Las hojas de este tipo de plantas o flores suelen cubrir grandes extensiones de terreno para poder cubrir muy bien sus necesidades de nutrición. Hablamos de flores como las margaritas, las rosas, las begonias, las portulacas o las capuchinas, entre otras.